Los mensajes que ocultó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina
Miguel Ánguel Buonarroti fue uno de los grandes artistas renacentistas que más se prodigó en realizar obras maestras para la Santa Sede. Una de sus obras cumbres fue la que realizó en la bóveda de la Capilla Sixtina por encargo del papa Julio II.
Gran número de expertos en cábalas aseguran que, en muchas de las pinturas que Miguel Ángel realizó, se encuentran ocultos mensajes sobre sus desencuentros con el pontífice.
La
construcción y posterior decoración de la Capilla Sixtina no fue solo
una gran obra magna, sino que también representó las continuas disputas y
ambiciones personales de los distintos pontífices que ostentaron el
cargo a lo largo de los años que duraron las obras.
Fue Sixto IV
quien ordenó en 1477 la restauración de la Capilla Magna,dándole a esta
su nuevo nombre (Sixtina), pero en los siguientes 30 años, cuatro papas
más ostentaron el cargo, queriendo cada uno de ellos dejar impreso su
nombre a través de la historia. De esta manera, se encargó el trabajo de
decorar y pintar la capilla a varios artistas de renombre, los más
destacados Rafael, Botticelli y Miguel Ángel.
Julio II, quizás el
más ambicioso de todos los pontífices que habían participado hasta el
momento en el proyecto, quiso modificar la obra para convertirla en un
mausoleo dedicado a su persona que incluyera un monumento funerario
constituido como la mayor tumba construida desde tiempos de los
egipcios.
Esto
llevó a continuos desencuentros entre el artista y el papa, por lo que
todo parece indicar que Miguel Ángel utilizó sus conocimientos del
movimiento neoplatónico surgido en la Florencia de los Medici que tanto
molestaba a la Santa Sede.
Miguel
Ángel pintó más de 400 personajes entre los años 1508 y 1512. En
algunos de ellos escondió y camufló diferentes mensajes en las que hacía
un reconocimiento a las raíces judaicas de la religión cristiana.
Algunas de estas claves han salido a la luz después de muchísimos años
de investigación; Aquí puedes ver las más significativas.
Las
disputas con el pontífice le llevaron a realizar la representación del
profeta Zacarías, al que le pintó el rostro de Julio II y tras él una
pareja de niños.
También podemos encontrar a otro curioso
personaje realizando un gesto obsceno: Aminadab, que hacía con sus manos
la cornamenta satánica. Este dibujo se encontraba sobre el del papa,
por lo que se interpreta que dichos cuernos iban dirigidos hacia él. En
el brazo de Aminadab también pintó un círculo amarillo, el símbolo de la
vergüenza que los hebreos fueron obligados a llevar.
Algunos
comentan que el dibujo de Judit junto a su esclava forma la letra
hebrea Chet, de chessed (piedad), raíz fonética de hassidim (judíos
observantes). A su vez, otra escena en la que podemos encontrar una
letra oculta entre sus protagonistas es la que representa la lucha entre
David y el gigante Goliat , formando la letra Ghimel, de gvurá
(orgullo).
Muchos
son los simbolismos que se dan a las diferentes representaciones del
Génesis pintado por Miguel Ángel; lo que no sabremos jamás es hasta qué
punto se hicieron con verdadera intención y cuales son la causas
directas de las extrañas teorías sin fundamento por parte de los
estudiosos respaldados por las pseudociencias.
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